Los botones son objetos, grandes o chicos, de formas, colores y materiales diferentes utilizados para abrochar o ajustar vestimentas; se cosen a una prenda de vestir por medio de algún tipo de presilla o a través de unos agujeros perforados. Su función útil es la de actuar como cierre, aunque muchos se utilizaban, única y exclusivamente, como adorno; son utilizados, desde hace mucho tiempo, por reyes y esclavos de manera visibles o escondida. Actualmente se encuentran en todas las familias, reuniones, ciudades, pues basta pensar que si a una reunión alguien tiene una camisa, allí se encuentran por lo menos siete botones.
Estos objetos se conservan en las casas como joyas, (algunos hasta en cajas fuertes), otros en gavetas, cajetas de cartón, cajas de lata, frascos de vidrios, y más.
No se sabe por qué pero el botón se recoge del piso, se quita de la ropa destinada a trapo. Todos, hombres y mujeres, niños o adultos, ricos o pobres, de manera consciente o inconsciente sienten algo por estos objetos y, en algún momento, cuando se caen de una camisa o un pantalón o falda, se toma conciencia de su importancia. Muchas veces se trata de ignorarlos pero al final el botón, es el botón y no pueden ignorarse pues dan imagen. Estos objetos, presentados adecuadamente en un espacio, logran cautivar al visitante y entender los mensajes o datos que ellos han transmitido a través de su historia.
Es digno reconocer que todos somos “analfabetas” cuando comenzamos a interesarnos en un tema. En este caso, el tema de los botones, si bien parece raro al inicio, en realidad, más se avanza en su estudio, más se entra en un amplio mundo de conocimiento e investigación: es interesante y apasionado descubrir como éste pequeño objeto es capaz de despertar interés y pasión pues se descubre que a veces acompaña la moda, mientras que otras, es él que impone la moda.
El botón graba hechos históricos individuales o colectivos, momentos románticos o crueles, registra desarrollos industriales, señala momentos de crisis económicas y sociales pero lo que parece más interesante es que, a través del mismo, se documenta la gran capacidad innovadora que puede desarrollar un pueblo.
Actualmente la ropa moderna demanda a los botones la simplicidad, lo que contrasta con la complejidad de los botones utilizados en el pasado, donde la industria del botón respondía con auténticas obras de arte a la solicitud de la moda, donde incluso el botón más pequeño despertaba interés. Todo un auténtico arte en miniatura que nos acerca hoy al encanto del mundo de los botones.
EL MUSEO DE BOTONES DESTRO se desarrolla bajo el auspicio de la FUNDACIÓN AMATA, como sede permanente de la Colección de Botones Destro y sede temporal de exposición de otras colecciones.
Residencial El Bosque, Vía Tangaré, casa 69-A
Tel. (507) 230-1974 - (507) 6926-7492
Entrada gratuita con cita; se aceptan donaciones.
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